¡Vaya gracia!
Entraba con una amiga cuando,
de repente,
me han puesto una zancadilla.
¡Estúpido! Le espeté;
dando un pequeño traspiés.
Frío, se quedó;
mirando entre tonto y…
Aunque lo hizo aposta,
no esperaba el resultado…
¡Vaya susto me he llevado!
Miedo me daba volver a pasar a su lado.
Pasaron meses y años;
Siglos tal vez volaron…
¡Qué lío la zancadilla; yo tan sólo era una niña y van para sesenta años!
¿Qué ha pasado?
¿Temes mirar hacia atrás?
Si tanto miedo te da,
aún así sé que lo harás:
Es inevitable.
Pasaremos,
no hay escape,
por momentos difíciles,
y tantas desilusiones,
que nos quedarán más marcas,
aunque sean invisibles,
de todos nuestros dolores.
Buscaremos sentido a la vida,
que por poco que nos queda,
en el alma estrellas brillan,
diciéndote:
¡Hay que cambiar!
¡Vuelve a tu niñez!
Ese niño que hay en ti,
¡Siente tanta soledad..!
Escúchalo;
cada día es diferente;
nada es igual,
que el milagro de la vida,
siempre volverá a empezar…
No hay comentarios:
Publicar un comentario