Pasa rauda,
Sobre las tranquilas aguas del mar.
No parece flotar…
Es que vuela esta lanchita motora.
Y tal vez aun no es la hora,
para que algún pez dormilón,
despierte sobresaltado,
diciendo: ¡Vaya susto!
Pues andaba yo ensoñado,
con la sirenita de al lado,
y me has dado un sofocón.
Me encanta esta calma del mar,
la playa tranquila como está.
Ya se viene el otoño;
no pienses en el invierno,
que pensar es peligroso;
hasta mayo como un oso.
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